Importancia de la Lectura

La lectura es el procedimiento mediante el cual las personas decodifica un mensaje transmitido mediante el código escrito. El enorme valor de la expresión escrita reside en su perdurabilidad, el lector puede releer un texto cuantas veces lo desee. En el caso de la comunicación oral, que es la que tiene lugar entre un hablante y un oyente, una vez producida no puede tener lugar una repetición. La difusión de la comunicación escrita y la práctica de la lectura facilitaron el acercamiento entre personas que tenían algo para contar o decir y aquellos ávidos de tomar ese mensaje, entre los que se cuentan historias inventadas o bien relatos acerca de acontecimientos reales.

La lectura es una de las actividades más importantes y útiles que el ser humano realiza a lo largo de su vida. En primer lugar, la lectura, del mismo modo que todas las restantes actividades intelectuales, es una actividad exclusiva de los seres humanos, únicos seres vivos que han podido desarrollar un sistema intelectual y racional de avanzada. Esto quiere decir que la lectura es una de aquellas actividades que nos define por lo que somos frente al resto de los seres vivos. La lectura es una actividad que por lo general comienza a adquirirse muy lentamente desde temprana edad y se mantiene de por vida, es decir que no se pierde con el tiempo.

Por otro lado, la importancia de la lectura también reside en el hecho de que es a través suyo que el ser humano puede comenzar a recibir conocimientos de manera formal e insertarse así en el proceso tan complejo pero útil conocido como educación. La lectura supone siempre atención, concentración, compromiso, reflexión, todos elementos que hacen a un mejor desempeño y a mejores resultados.

En los niños, la lectura proporciona la capacidad de adquirir el desarrollo motor, lingüístico, emocional, cognitivo, social y lúdico en los primeros años de vida. Si el acercamiento se hace por el lado correcto (lo cual es una responsabilidad compartida entre padres y maestros), seguramente la lectura se transformará en un hábito grato y enriquecedor, más que en una carga, como lamentablemente lo sienten muchos niños.


Esto significa llegar a la lectura desde los relatos, las historias, las leyendas o las canciones, así como también desde los juegos. El niño reconocerá objetos, palabras y colores más de lo que se cree en muchos casos. La identificación de los niños con los personajes de esas historias es una herramienta fundamental para estos fines. Muchísimos autores desde Esopo o La Fontaine hasta María Elena Walsh han dado prueba de que el niño puede disfrutar de un buen texto, tomando a la vez afición por la lectura.