StoryTelling


Cada vez estamos más acostumbrados a ver anuncios publicitarios en los que el producto o servicio ofrecido ya no es el protagonista, sino la historia que hay detrás y las personas que participan en ella. Es el arte de contar historias o storytelling, una técnica que bebe de los antiguos trovadores, aquellos personajes de la Edad Media que, a falta de libros y con una población mayoritariamente analfabeta, transmitían las historias de generación en generación a través de la poesía y la música.

La narración de historias es el acto de transmitir relatos valiéndose del uso de palabras y/o imágenes, normalmente utilizando la improvisación y distintos adornos estilísticos. Las historias o narraciones se han compartido en todas las culturas como medio para entretener, educar, mantener la cultura o inculcar un sistema de valores morales. Los elementos esenciales en el acto de contar historias son: argumento, personajes y punto de vista narrativo.

El storytelling parte de la máxima de que un mensaje resulta mucho más efectivo si es capaz de provocar emociones en el receptor. Es decir, de que lo importante no es la información que recibimos, sino cómo la recibimos. Por tanto, una buena campaña de storytelling es aquella que está formada por sentimientos que el receptor ha experimentado alguna vez en sus propias carnes, lo que aumenta su empatía y confianza con el emisor del mensaje. El storytelling es una estrategia mediante la cual contamos una historia para conseguir un determinado fin: informar, motivar, conocer opiniones, vender…



Ejemplo:






El storytelling se abre camino en la educación universitaria
En el campo de la educación universitaria, el storytelling también está empezando a abrirse camino. En primer lugar, algunos profesores están aprovechando la eficacia de esta herramienta comunicativa, que resulta muy útil para transmitir conocimientos y valores y despertar el interés y la motivación de los alumnos. Por todo ello, lo que hacen estos docentes es transmitir contenidos a través de historias que, bien contadas, son más fáciles de recordar, especialmente si logran convertir al receptor en el protagonista de la misma.

Por otro lado, el storytelling se ha empezado a combinar con las nuevas tecnologías digitales para animar a los estudiantes a crear sus propias historias interactivas. En este caso, el aumento del interés del alumno es aún mayor, porque entran en acción cualidades como la creatividad, la comunicación y la colaboración. Básicamente, lo que hace el profesor en estos casos es partir de una materia de aprendizaje determinada y proponer a los estudiantes la elaboración de sus propias historias, reales o ficticias, vinculadas con dicho tema.


Durante este proceso, los universitarios desarrollan un trabajo muy exhaustivo que abarca pensar una idea clave, investigar y explorar sobre ella, escribir un guion, diseñar su historia (sirviéndose de imágenes, vídeos y sonidos), dar un sentido al material recopilado, juntarlo todo (lo que en el ámbito de la publicidad o el cine sería el trabajo de producción), compartir su historia (tanto en el aula como a través de las plataformas sociales) y reflexionar junto al profesor acerca del trabajo realizado (lo que permitirá mejorar de cara al futuro).


Además de incidir en el apartado creativo, esta aplicación del storytelling permite que el alumno amplíe sus conocimientos informáticos. En este sentido, existen numerosos recursos que facilitan la creación de historias digitales: desde programas como ArticulateStoryline hasta plataformas online como CONTEN, la herramienta de Pearson que permite a los estudiantes confeccionar su propia biblioteca online personalizada, en la que almacenar los textos que utilizarán para la elaboración de su historia.